jueves, 16 de noviembre de 2017
CAPITULO 79
Pedro se hallaba en estado de shock y le costaba respirar, y no se debía precisamente al golpe que había recibido al empotrarse contra un autobús.
¡Iba a ser padre! ¡Joder, iba a ser padre! Según lo que Paula le había gritado a través del teléfono, dentro de poco iba a tener un pequeño demonio correteando por ahí, o tal vez fuera una hermosa diablilla, que haría que se deshiciera con una de sus sonrisas.
—Voy a ser padre —musitó, ausente, al hombre que le exigía los papeles del seguro.
Pedro rellenó el parte, totalmente perdido en sus pensamientos, y en cuanto la grúa se llevó el vehículo, se sentó en una cafetería a pensar cuánto había cambiado su vida en unos segundos.
Había muchas cosas que planificar y poco tiempo para hacerlo: tendría que comprar una casa adecuada para los tres, ropa y todo lo que necesitara el bebé... Por cierto ¿qué cosas necesitaba un bebé? También tendría que asegurarse de que Paula era atendida por el mejor médico y, lo más importante de todo, tendría que planificar una boda, porque lo quisiera o no, ella iba a casarse con él.
Pero no podía llevar a cabo ninguno de sus planes si no hacía volver a aquella rencorosa mujer. Que lo perdonara tal vez le llevara algo más de tiempo, pero cuando Pedro Alfonso quería conseguir algo, nunca daba su brazo a torcer.
Y menos aún cuando lo que estaba en juego eran su futura
esposa y su hijo.
Llamó al teléfono de la última llamada entrante y esperó con
impaciencia a que Paula descolgara, pues tenían muchas cosas de que hablar. Pero quien respondió fue su protectora madre, que se negó a dejarlo a hablar con ella y a la que tuvo que suplicar para saber dónde se hallaba Paula. Tras mucho insistir, y después de revelarle cuáles eran sus intenciones, al fin consiguió la dirección.
Cuando Pedro colgó, esbozaba una sonrisa de satisfacción.
La primera parte de su plan ya estaba en marcha, ahora sólo faltaba que el resto saliera como lo había calculado. ¡Qué pena que con una mujer como Paula Chaves nunca pudiera saber lo que iba a pasar! Pero ese rasgo formaba gran parte de su encanto.
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